COBERTURA #64Locales

Mochila Argentina para salir de la pobreza

La llave para salir de la pobreza: por qué Mochila Argentina es la mejor opción. Debemos seguir el rumbo marcado por el Presidente en IDEA.

Por estos días, afortunadamente, la gran repercusión de la Mochila Argentina ha instalado un debate crucial para las perspectivas de crecimiento de nuestro país.

Sin embargo, es necesario hacer algunas aclaraciones, dado que han surgido proyectos derivados con diferencias fundamentales –incluso, atribuyéndose el nombre de Mochila Argentina y dando lugar a mayores confusiones.

Repasemos por qué las alternativas que han surgido son sub-óptimas: Algunos piden un costo de 8% sobre la masa salarial de todas las empresas, lo cual sería caro para la mayoría de éstas e impactaría negativamente sobre el empleo y los salarios. Mochila Argentina, en cambio, propone un costo variable de entre 8.33% y 2%, dependiendo de la antigüedad promedio de los empleados. La mayoría de las empresas que compiten internacionalmente, con mayor capacidad de dar trabajo, estarán más cerca del costo mínimo que del máximo.

Otras propuestas buscan alcanzar solo los nuevos empleos, pretendiendo que convivan dos sistemas: eso no resuelve los conflictos laborales, que, en vez, se volverán más complejos por la coexistencia de dos marcos. Quizá responda a los intereses de algunos abogados laborales. Por otro lado, las propuestas centradas en fondos personales no funcionarían por la naturaleza de los salarios, que suben de manera proporcional a la edad. Bajo ese modelo, los aportes –que serían de carácter estrictamente individual– no alcanzarían para cubrir los montos de las eventuales indemnizaciones. Además, uno de los efectos de la Mochila Argentina debería ser la suba de los salarios, ya que la conservación de la antigüedad, incluso cambiando de trabajo, fomentará la movilidad y, por lo tanto, la competencia para retener a los trabajadores de mayor desempeño. Por todo esto, un modelo basado en un sistema de fondos no funcionará ni con el mejor administrador posible.

Otros proponen pagar el 100% de la indemnización en un pago, también desde un fondo, lo cual solo promovería los despidos. Mochila Argentina, en cambio, con su costo de SGI variable, premia la relación duradera del empleo con una erogación menor para disminuir la rotación innecesaria de personal.

El cobro del 100% de la indemnización en un pago también promueve una práctica negativa: buscar el despido para hacerse de capital. Tiene un efecto distorsivo porque carga al sistema indemnizatorio con una función que, en realidad, corresponde a los bancos, y explica, en parte, por qué algunas empresas son reacias a tomar personal.

También hay quienes se oponen a la Mochila Argentina atribuyéndole una supuesta intención encubierta, vinculada a facilitar despidos, mientras ignoran el verdadero desafío que tenemos por delante: reactivar un mercado laboral absolutamente estancado.

De igual modo, algunos sostienen que debemos trabajar menos horas, como si así se pudiera sacar a un país de la pobreza. Lamentablemente, nuestro problema no es el de países ricos, que habiendo generado enormes niveles de riqueza, todavía trabajan muchas más horas en promedio que los argentinos, aun con la reducción propuesta.

Quienes se oponen a que sea administrado por un sistema público como la Anses y, en cambio, promueven un sistema de seguro privado, deberían tener en cuenta que la naturaleza del riesgo en cuestión hace que sea imposible de asegurar por un privado, dado que sería dependiente de la acción de un gobierno, a diferencia de, por ejemplo, el granizo o accidentes de trabajo o tránsito. Tampoco las aseguradoras privadas pueden aprovechar las externalidades positivas como el aumento de la edad jubilatoria ni la disminución de la informalidad.

Finalmente, en IDEA algunos economistas dijeron que el empleo es dependiente de la macroeconomía y que, de mejorar la macro, habrá más empleo. Pero la macro de un país cuyas empresas evitan emplear más que el mínimo, cuyas empresas grandes invierten en tecnología sofisticada por encima de lo lógico para un país con salarios bajos como el nuestro y, por último, cuyas Pymes recurren a dar horas extras o, simplemente, a no incrementar la producción nunca podrá alcanzar para disminuir el desempleo, atraer personal del Estado al sector privado, aumentar la edad jubilatoria e incorporar a los jóvenes que todos los años se suman a la población económicamente activa.

Coincidiendo con lo que oportunamente planteó el presidente Alberto Fernández en el mencionado simposio, es importante no bajar las indemnizaciones, no adoptar un nuevo marco definido por una quita de derechos. Nuestro país necesita trabajar: todos y mucho, para salir de la pobreza. La Mochila Argentina es la llave para ingresar al futuro con menores costos para los empleadores y una ampliación de derechos para los trabajadores.

FUENTE: www.perfil.com