Posibles litigios derivados del sumergible Titán
El domingo 18 de junio Titan, un sumergible OceanGate, fue enviado con cinco personas a bordo para visitar los restos del Titanic a unos 12.500 pies bajo el mar. El 22 de junio, se informó que entre un montón de escombros, probablemente causado por una implosión, se encontraban los restos de este buque.
Fue un día triste para varias familias que perdieron a seres queridos que habían emprendido este peligroso viaje, sin duda conscientes de que, posiblemente, no regresarían. Todos los pasajeros habían firmado un documento que indicaba que la muerte era una posibilidad. Sin embargo, ¿exime esto de responsabilidad al operador turístico OceanGate?
Según Mike Reiss, productor y guionista de Los Simpson, que visitó los restos del Titanic en una excursión de OceanGate el año pasado, antes incluso de abordar el sumergible, una larga renuncia menciona la muerte tres veces en la primera página. Según declaró al NY Post, aunque no se sintió inseguro durante el viaje, no volvería a correr el riesgo: » No quiero menospreciarlo, pero me recuerda a los primeros días de la aviación o del programa espacial, en los que se piensa mucho y luego se encuentra una solución.
Responsabilidad y asunción de riesgos
Hay varias cuestiones en juego. En primer lugar, se trata de un ejemplo clásico de asunción de riesgos. La gente sabía que podría fallecer, pero tomaron el riesgo de todos maneras. Teniendo en cuenta los comentarios sobre los restos del Titanic, es comprensible que una persona quiera aprovechar esta oportunidad única en la vida. En un reportaje de Fox 35 News de Orlando, Michelle Turman, residente en Tampa, que ha visitado los restos del Titanic, dijo: «Vamos sin tener en cuenta los riesgos. Es algo que reconcilias dentro de tu alma. Es probablemente similar a un astronauta que va a la luna».
Sin embargo, es necesario encontrar respuestas al cómo y al por qué ocurrió esto. Aquí radica la base de un posible litigio. Aunque no es secreto que los viajes al fondo del mar son intrínsecamente peligrosos, con presiones que alcanzan los 6000 PSI, ¿existía algún problema que debería haberse identificado y rectificado previamente a la salida? Al revisar los registros anteriores, estos indican problemas de seguridad previos.
Según un informe de CNN, Henry Cookson Adventures Ltd., con sede en Londres, acusó a OceanGate de no contar con un «buque en condiciones de navegar» y solicitó 850.000 dólares por daños y perjuicios en una demanda de 2021.
Se dice que en 2021, Stockton Rush, Consejero Delegado de OceanGate, dijo al bloguero de viajes mexicano, Alan Estrada, querer ser reconocido como un innovador que rompe las reglas. Según Estrada, Rush dijo de la innovación, en parte: «Es elegir las reglas que rompes que son las que agregarán valor a los demás y a la sociedad.»
En 2018, un exempleado, David Lochridge, alegó ser despedido injustamente al negarse a dar luz verde a las pruebas tripuladas del sumergible por cuestiones de seguridad. La empresa demandó posteriormente a Lochridge por revelar información confidencial.
Litigios y pruebas de negligencia
Es posible que este incidente dé lugar a demandas judiciales. Aunque no cabe duda que los pasajeros firmaron renuncias, surgirán preguntas sobre la seguridad. Si bien hubo una asunción correcta del riesgo al embarcarse en un viaje intrínsecamente peligroso, ¿lo hubieran hecho los pasajeros si hubieran tenido comprensión plena de los riesgos?
El abogado Sherif Edmond El Dabe declaró a Insider que la posibilidad de avance de una demanda judicial por parte de los familiares de los pasajeros es casi nula. «Los pasajeros participaron a sabiendas en una actividad extremadamente peligrosa y asumieron, en plena conciencia, un gran riesgo».
Asimismo, los pasajeros firmaron una exención de responsabilidad, en plena conciencia que no se trataba de unas vacaciones familiares casuales y entendiendo muy claramente el riesgo de muerte. Cuando la muerte es mencionada varias veces en un descargo de responsabilidad, es algo que debe ser tomado con total seriedad..
Dicho esto, ¿y si queda determinado la negligencia operativa de OceanGate? El Consejero Delegado ha cuestionado, aparentemente, algunos de los protocolos de seguridad, lamentando que la normativa sobre buques de pasaje frenara la innovación. En un reportaje de la revista Smithsonian, calificó las normas de seguridad como «comprensibles pero ilógicas». Este es el tipo de declaraciones que aprovecharán los abogados litigantes, las cuales unidas a la demanda del antiguo empleado, podrían dar pie a un litigio fructífero.
Según NPR, expertos internos y externos de OceanGate habían planteado preocupaciones de seguridad ya en 2018. Estas preocupaciones han vuelto a surgir a raíz de esta tragedia. Según Will Kohnen, presidente del Comité de Submarinos de la Sociedad de Tecnología Marina, «Estuvimos al tanto de este proyecto durante un tiempo y nos ha suscitado algunas preocupaciones.»
Redactó una carta dirigida al director general de OceanGate, Stockton Rush, quien falleció en este viaje, en la que expresaba la preocupación unánime de sus miembros por el desarrollo de Titán y las expediciones previstas al Titanic. En una copia obtenida por el New York Times, escribió: «Nuestra aprehensión es que el actual enfoque experimental adoptado por OceanGate podría dar lugar a resultados negativos (de menores a catastróficos) que tendrían graves consecuencias para todos en la industria.»
Uno de los retos a los que se enfrenta OceanGate en un posible litigio es que la mayoría de las empresas del sector siguen un marco de certificación y verificación bastante bien establecido. Según Kohnen, OceanGate iba a ir por libre, sin el mismo tipo de supervisión.
NPR informó el pasado fin de semana que el director y explorador de los fondos marinos, James Cameron, no estaba sorprendido por el resultado. El director de Titanic ha sido muy critico de la seguridad del buque y dijo, en una serie de entrevistas, que era de sospecharse la implosión del titan. Cameron subrayó que la inmersión en aguas profundas fue siempre un «arte maduro», con muy pocos accidentes en sus comienzos en la década de 1960 y un historial de seguridad aún mejor ahora, gracias, en gran parte, a los protocolos de certificación que siguen casi todos los vehículos de este tipo… excepto éste.
Según el reportaje de NPR, Cameron describió el uso por parte de OceanGate de un casco de fibra de carbono como «fundamentalmente defectuoso» y comentó haber advertido a la empresa hace varios años contra el uso de ese mismo principio de diseño. Dijo lamentar no haber dicho más esta vez, agregando: «Ahora tenemos un naufragio junto al otro naufragio y por la misma maldita razón».
Investigaciones y consultas
Más allá de la probabilidad de litigio civil, existe la de una investigación federal. El abogado penalista Joshua Ritter declaró al Daily Mail que «si una investigación revela que los participantes fueron engañados sobre los riesgos, o presionados para aceptar actividades que normalmente evitarían, entonces puede dar lugar a cargos penales. La utilización de un videojuego para dirigir este submarino por parte de la empresa, es el tipo de hecho que valida una investigación». Comparó esta situación con un caso de 2009, en el que murieron tres personas en un sauna en Arizona. En ese caso, los participantes entraron voluntariamente, pero el empresario que dirigía la cabaña fue condenado por homicidio por negligencia.
En lo que respecta a la jurisdicción, la situación podría ser interesante, ya que el siniestro, aunque originado en Estados Unidos, se produjo en aguas internacionales. Dado que OceanGate tiene su sede en el estado de Washington, y que los problemas de seguridad pueden ser el núcleo del posible litigio, tal vez sea apropiado. Pero, ¿podría impugnarse efectivamente esa jurisdicción?
Sin embargo, las cosas podrían complicarse aún más. Aunque los sumergibles como el Titan deben cumplimentar la Ley de Seguridad de Buques de Pasajeros en Estados Unidos, no tenían porqué hacerlo al operar en aguas internacionales.
Lo que suceda a continuación dependerá, en gran medida, del resultado de las diversas investigaciones. Más allá de las pólizas de seguro y los activos de OceanGate, los demandantes de daños y perjuicios pueden accionar contra las partes externas que diseñaron, construyeron o fabricaron componentes de Titan.
Según un reciente artículo de Reuters, OceanGate podría protegerse de los daños presentando una acción de limitación de responsabilidad, al amparo de la legislación marítima, que permite a los propietarios de buques implicados en un accidente solicitar a un tribunal federal la limitación de los daños al valor actual del buque. Dado que el Titán fue destruido, el valor sería cero. No obstante, OceanGate tendría que demostrar no cantar con el conocimiento de los posibles defectos y asumiría la carga de la prueba.
Reuters explica, adicionalmente, que otra ley marítima, la Death on the High Seas Act, permite a las personas con dependencia económica de alguien fallecido en un accidente navaa, el reclamo único de la parte de los ingresos futuros de esa persona que hubieran, de no haber perecido. En esos casos, los demandantes no pueden reclamar pérdidas por dolor y sufrimiento.
Aunque aún quedan muchas preguntas por responder, y al igual que el Titanic sigue atrayéndonos, también lo hará Titán. Como sugirió una vez James Cameron, «El Titanic no es sólo una historia, no es sólo un drama, sino una gran novela que realmente sucedió». Los paralelismos entre Titanic y Titán son muchos, y el resultado de las investigaciones será muy revelador.
FUENTE: www.propertycasualty360.com