Riesgo del uso de baterías de iones de litio
Si bien las baterías de iones de litio (Li-Ion) son muy utilizadas en teléfonos inteligentes, en computadoras portátiles, en vehículos eléctricos y en sistemas de almacenamiento de energías renovables, el aumento de su uso implica ciertos riesgos, tanto para los consumidores como para las empresas, muchos de los cuales no son considerados, según QBE.
La aseguradora afirma la complejidad y la polifaceticidad de los riesgos, por lo que requieren de un enfoque integral de gestión de riesgos. «Las empresas que fabrican, distribuyen y utilizan baterías de iones de litio se encuentran expuestas a una serie de riesgos asociados. Los fabricantes deben garantizar un estricto control de calidad y el cumplimiento de las normas de seguridad, evitando, de esta manera, defectos que puedan provocar el mal funcionamiento de las baterías. Los retiros de productos, las responsabilidades legales y los daños a la reputación pueden tener enormes implicaciones financieras», dijo QBE.
Asimismo, las aseguradoras y las empresas deben estar al tanto de los cambios normativos en curso y entrantes de las diferentes jurisdicciones, trabajando conjuntamente la garantía del cumplimiento, reduciendo, de esta manera, la probabilidad de reclamaciones costosas y mejorando la eficacia de las estrategias de gestión de riesgos.
QBE explicó a las baterías de iones de litio como un elemento omnipresente de la tecnología moderna, ya que la tecnología funciona mejor. Es la opción preferida de los fabricantes de electrónica , quienes alimentan un número cada vez mayor de dispositivos a nivel global. QBE señaló que la creciente adopción de las baterías de iones de litio en los vehículos eléctricos es una de las tendencias más significativas que configuran el futuro del transporte. Adicionalmente, almacenan energía renovable, lo que estabiliza las redes y mejora la eficiencia de los sistemas de energía renovable, como, por ejemplo, la solar o la eólica.
A pesar de los recientes avances en la química y en el diseño de las baterías, persisten riesgos considerables, con implicaciones de gestión cada vez más complejas e importantes, en tanto y en cuanto la adopción y los casos de uso continuen aumentando, dijo QBE.
La supervisión y el conocimiento del estado de las baterías a lo largo de su ciclo de vida es un aspecto fundamental de la reducción de riesgos, tomando las medidas preventivas adecuadas ante el daño de una batería sufre para la reducción de la posibilidad incendios peligrosos.
Según QBE, uno de los riesgos más graves es la fuga térmica, wue se produce cuando una célula de la batería se sobrecalienta y provoca una reacción en cadena, desembocando en un incendio o en una explosión. «Los riesgos de seguridad derivados de los defectos de fabricación y del diseño son múltiples y potencialmente importantes. Los defectos de fabricación, como la contaminación de los componentes de la batería o un montaje inadecuado, pueden provocar cortocircuitos internos. Estos defectos podrían producir el sobrecalentamiento, el incendio o la explosión de la misma», afirma la aseguradora.
Añadió que, asimismo, los defectos de diseño contribuyen a los riesgos de seguridad, sobre todo cuando las baterías se encuentran integradas en dispositivos sin una gestión térmica o sin las características de protección adecuadas. Por lo tanto, un diseño deficiente puede agravar el riesgo de desbocamiento térmico.
Adicionalmnete, la dependencia excesiva de las baterías de iones de litio plantea riesgos operativos para las empresas. «El litio y el cobalto son componentes esenciales de estas baterías, por lo que las cadenas de suministro son vulnerables a los retrasos o a la escasez. Con China como actor dominante para la extracción y para el procesamiento, la competencia geopolítica se combinará con la creciente demanda mundial, causando, probablemente, interrupciones ocasionales en los próximos años», dijo QBE.
La aseguradora concluyó: «A medida que la tecnología de las baterías de iones de litio continúe evolucionando, los consumidores y las empresas deben ser conscientes de los nuevos riesgos.La proactividad vale la pena en la gestión de riesgos, por lo que aquellos que se anticipen adecuadamente a las tendencias tecnológicas y a las normativas, probablemente podrán lograr una mejor mitigación de las amenazas asociadas.Las empresas deben trabajar con las partes interesadas para la mitigación de los riesgos de interrupción, mediante una sólida gestión de la cadena de suministro y estrategias de cumplimiento… Manteniéndose informados sobre los avances tecnológicos y sobre los cambios normativos, las aseguradoras, los consumidores y las empresas podrán protegerse mejor de los peligros potenciales asociados a estas baterías.
FUENTE: www.commercialriskonline.com