Vulnerabilidad a desastres climáticos
Desde los incendios forestales que amenazan Atenas, hasta las inundaciones que anegan grandes ciudades de los Estados Unidos., «grandes urbes como Dallas, Lisboa, Sídney y Ciudad del Cabo son, lo que algunos científicos denominan ‘patos sentados'», según un reciente artículo del Financial Times, que examinó aquellos lugares donde «las condiciones climáticas y geográficas significan una extremada vulnerabilidad a los riesgos y a los desastres climáticos globales».
El artículo explora una realidad aleccionadora: el clima extremo invade, cada vez más, los centros urbanos de todo el mundo.
Dicho artículo, titulado «Incendio forestal cerca del observatorio de Atenas subraya los crecientes riesgos para las ciudades globales», examina las amenazas gemelas de incendios forestales e inundaciones, al observar las condiciones en Atenas, en Grecia, y en varias ciudades de los Estados Unidos, como Dallas, Texas. Se basa en datos de riesgo internacionales, incluyendo datos de Guidewire HazardHub, para examinar las zonas donde pueden ocurrir futuros desastres climáticos, la mejor concientización y la mejora de los datos para ayudar a mitigar estos riesgos.
Una perspectiva global sobre los riesgos de clima extremo
Guidewire HazardHub ofrece a las aseguradoras acceso a más de 1,000 puntos de datos y más de 50 puntuaciones de riesgo para cada lugar de los Estados Unidos , así como 65 elementos de datos granulares y cuatro puntuaciones de riesgo de peligro (incendio forestal, inundación, viento y granizo) en más de 20 países de Europa, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Este alcance global permite una mejor comprensión de la forma en que estas ciudades son vulnerables a las condiciones climáticas y a los eventos extremos. Por ejemplo, en Sídney y Ciudad del Cabo, la expansión suburbana y las condiciones de sequía han llevado el riesgo de incendios forestales al límite urbano. Asimismo, las ciudades propensas a inundaciones como Ámsterdam, Vancouver y Miami enfrentan riesgos por el aumento del nivel del mar y por las mareas de tempestad, así como por los sistemas de drenaje envejecidos. Mientras tanto, centros metropolitanos como Tokio, Manila, Yakarta y Ciudad de México enfrentan una combinación de riesgo de tifones, vulnerabilidad sísmica y denso desarrollo urbano.
Incluso las ciudades que quizás no dominen los titulares mundiales, lidian con los riesgos climáticos y de clima extremo, como, por ejemplo, Lisboa, Nápoles y Christchurch, donde una mezcla de incendios forestales e inundaciones costeras, en concierto con la actividad sísmica, presenta riesgos significativos que exigen atención.
Numerosas agencias, incluidas la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), la Organización Meteorológica Mundial (OMM por sus siglas en ingles) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), advierten que el calentamiento global está provocando tormentas más intensas y clima límite. De ello se deduce la esencialidad de los modelos y los datos de riesgo de próxima generación para el negocio de seguros. La capacidad de evaluar y actuar sobre los datos de peligro es fundamental para una evaluación, una gestión y una mitigación de riesgos eficaz.
Riesgo global de incendios forestales
En Europa, Atenas, Barcelona, Lisboa y Nápoles destacan en cuanto al riesgo de incendios forestales.
En Australia, las áreas alrededor de Sídney, Melbourne y Canberra son propensas a estos incendios.
Queenstown, Nueva Zelanda, registró un número récord de días de peligro extremo de incendios el año pasado, y en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, ese riesgo se destacó por los incendios forestales de Western Cape de 2024.
La temporada de incendios 2023-2024 vio 3.9 millones de kilómetros cuadrados (o más de 2 millones de millas cuadradas) quemados a nivel mundial. Ese año fue uno de los peores años de incendios forestales en un siglo para Europa, calcinando más de 500,000 hectáreas (o 1,930 millas cuadradas) y causando daños estimados en €4.1 mil millones (o alrededor de $4.66 mil millones) con grandes daños en Grecia, España e Italia.
En los Estados Unidos, pocas amenazas climáticas se han vuelto tan emblemáticas como los incendios forestales. La temporada de 2023 quemó aproximadamente 2.7 millones de daños asegurados. Este año, los incendios forestales en Los Ángeles marcaron uno de los desastres por incendios forestales más costosos en la historia moderna del país.
California supera a otros estados, con más de un millón de hogares en alto riesgo de incendios forestales. En los Estado Unidos, pocas amenazas climáticas se han vuelto tan emblemáticas como los incendios forestales. Clasificando por el porcentaje de hogares que reciben una calificación de riesgo de incendio forestal «F», los cinco estados principales son: Nevada; Oregón; California; Idaho (4º); y Wyoming. Pero en términos de cifras absolutas, California supera, con creces,a los demás, con 1.03 millones de hogares en alto riesgo de incendio forestal.
Los modelos modernos de riesgo de incendios forestales han evolucionado ampliamente desde sus primeras versiones. Hoy en día, los modelos de riesgo incorporan muchos más elementos de datos, incluyendo datos satelitales actualizados de vegetación,de pendiente y de orientación, de huellas históricas de incendios y de proximidad a los recursos de extinción de incendios para pintar una imagen más precisa de la vulnerabilidad al fuego.
Las medidas básicas de mitigación de incendios forestales para un hogar, como la creación de espacio defendible y la instalación de techos resistentes al fuego, reducen el riesgo de incendios forestales en aproximadamente un 20%, según un análisis de HazardHub. Los esfuerzos integrales de mitigación pueden reducir el riesgo hasta en un 70%.
Riesgo global de inundaciones
Otro peligro importante examinado en el artículo del Financial Times fue el riesgo de inundaciones. Varias ciudades europeas son extremadamente vulnerables a ellas, incluyendo Hamburgo, París, Londres y, por supuesto, Venecia. Más allá de Europa, ciudades como Bangkok, Yakarta y Shanghái figurarían en una lista de las ciudades globales más vulnerables a las inundaciones.
Europa experimentó casi $5 mil millones en daños asegurados por inundaciones en 2023. En los Estados Unidos, los daños asegurados aumentaron un 36% a $112.7 mil millones en 2024, con la mayor parte debido a inundaciones interiores y costeras provocadas por los huracanes Helene y Milton. Las inundaciones siguen siendo el peligro natural más costoso en ese país. En términos de ciudades, tres localidades destacan por la intensidad y frecuencia de su constante exposición a inundaciones: Nueva Orleans, Miami y Houston.
En Nueva Orleans, el 94% de las viviendas están clasificadas como de muy alto riesgo. La ciudad se encuentra por debajo del nivel del mar, protegida por diques y bombas que envejecidos y estresados. El recuerdo del huracán Katrina en 2005 sigue vivo; más de 110.000 hogares quedaron inundados cuando los diques de la ciudad cedieron.
Mientras tanto, Miami enfrenta las mareas de huracanes y las inundaciones mareales crónicas. Con el 35% de sus hogares clasificados como de alto o muy alto riesgo de inundación, la elevación plana de la ciudad y la geología porosa de piedra caliza limitan la eficacia de los diques y de las barreras contra inundaciones.
Houston presenta un caso diferente: su desarrollo expansivo y su terreno plano lo hacen vulnerable a las inundaciones repentinas. El huracán Harvey de 2017 expuso estas debilidades, descargando más de 40 pulgadas de lluvia en cuatro días e inundando vastas secciones de la ciudad.
Los avances en la disponibilidad y en la granularidad de los datos de riesgo a nivel de propiedad remodelan la forma en que las aseguradoras evalúan la exposición a inundaciones e impulsan el crecimiento del mercado de seguros privados contra inundaciones. Desde 2016, las pólizas contra inundaciones han aumentado un 24%, con primas directas suscritas que pasaron de US$3.3 mil millones a más de US$4 mil millones, según el Insurance Information Institute. Si bien las aseguradoras aún representan sólo del 3.5% al 4.5% del mercado de inundaciones residenciales, su participación se está expandiendo gradualmente, a medida que la tecnología permite una evaluación de riesgos más precisa y una suscripción adaptada.
La amenaza de la marea de tempestad
Los ciclones tropicales reciben diferentes nombres: tifones en el Pacífico Noroccidental, ciclones en el Pacífico Sur y el Océano Índico, y huracanes en el Atlántico Norte y el Pacífico Nororiental. Si bien países como Filipinas, Japón e India experimentan algunas de las tormentas más frecuentes e intensas, la cuenca atlántica —que incluye a los estados Unidos, la Costa del Golfo y el Caribe— se encuentra entre las regiones más expuestas económicamente, liderando, regularmente, el mundo en daños asegurados por huracanes.
Basándose en el porcentaje de propiedades clasificadas como de alto o muy alto riesgo, los cinco estados principales de los Estados Unidos con mayor exposición a huracanes son: Florida; Luisiana; Carolina del Sur; Texas; y Misisipi. Sin embargo, la marea de tempestad causa la mayor destrucción. El modelo SurgeMax de HazardHub estima que el 52% de los hogares en Luisiana —más de 910,000— son vulnerables a las inundaciones por marea de tempestad. En Florida, el 34% de los hogares —o aproximadamente 3 millones— están igualmente en riesgo. Otros estados costeros, que enfrentan grandes amenazas de este tipo, incluyen a Carolina del Sur (21%) y a Delaware (20%).
De los titulares globales a la acción local
El Financial Times asumió una tarea hercúlea pero esencial: trazar los contornos del riesgo climático global y el clima extremo, y explorar la forma en que se remodelan los riesgos para las ciudades de todo el mundo. A raíz de los incendios forestales de Los Ángeles, su informe subraya una poderosa verdad: los riesgos climáticos pueden y van a invadir las principales áreas urbanas del mundo.
No obstante, si bien la amenaza es global, la respuesta debe ser local. Desde los barrios propensos a inundaciones en Miami, hasta los suburbios expuestos a incendios forestales en Sídney, la construcción de una resiliencia adecuada depende del acceso a la información de riesgo de alta resolución a nivel de propiedad. Estos elementos de datos granulares equipan a las aseguradoras, a las comunidades ya los propietarios de viviendas con la capacidad de tomar decisiones más informadas, reducir daños y proteger vidas.
El camino a seguir exige que la conciencia de riesgo impulsada por datos se combine con la acción: localmente, con precisión y de manera proactiva.
FUENTE: www.propertycasualty360.com