COBERTURA #90Interés General

Resiliencia proactiva en negociaciones de seguros

En los últimos años, la intensidad de las tormentas y la duración de las sequías que exacerban los incendios forestales, han coincidido con patrones climáticos cada vez más variables, generalmente atribuidos al cambio climático de largo plazo. Por ejemplo, el huracán Helene se originó el pasado mes de septiembre en el Golfo de México, causando estragos en los Apalaches. Unos meses después, los incendios forestales devastaron vecindarios en lo profundo del condado de Los Ángeles durante los meses  más húmedos de la región. Ya sea por la cantidad de lluvia, por el tamaño del granizo, por la frecuencia de los tornados o por la ubicación de los incendios forestales, la creciente imprevisibilidad de los eventos catastróficos significa el deber de las empresas por ir más allá de los enfoques de los seguros tradicionales para fortalecer proactivamente la resiliencia de sus propiedades contra lo inesperado.

«Antes incluso de hablar sobre seguros, las empresas deben hablar sobre su resiliencia operativa y si la están abordando de forma proactiva«, dijo Mark Millard, quien dirige el grupo de asesoramiento de riesgos de seguros de BDO. «Si se es proactivo con sus esfuerzos de resiliencia, se abordará el seguro de manera diferente, y será de una forma más económica».

El Hospital General de Tampa en Florida tomó  medidas proactivas en 2019 con la instalación de una barrera contra inundaciones AquaFence alrededor del perímetro de la instalación que puede ser rápidamente erigido ante el inminente acercamiento de las tormentas, lo que permite que la instalación resista mareas de tempestad de hasta 4.5 metros. Adicionalmente, la fuente de agua y la planta de energía del sitio se encuentran ubicadas a 10 metros sobre el nivel del mar para resistir las inundaciones provocadas por un huracán de categoría 5. Por tanto, fue el único centro de trauma de Nivel 1 del área que pudo funcionar durante el paso dcompleto del huracán Helene.

Las necesidades comerciales varían ampliamente, y así lo hacen las medidas apropiadas de mitigación de riesgos. Las partes interesadas clave de una organización, incluyendo a los representantes de operaciones y de instalaciones, deben debatir sobre los posibles escenarios de peligro y sobre las  formas de minimizar los daños y el tiempo de inactividad, aconsejó Millard. Desarrollar e implementar dicho plan es fundamental para maximizar la resiliencia de la organización, así como su influencia en la negociación de  la cobertura de Daños y Patrimoniales. Las aseguradoras se encuentran rebosantes de capital y algunas primas de Daños y Patrimoniales han disminuido, dijo Millard. Dicha influencia puede ayudar a las empresas a aprovechar al máximo las condiciones actuales del mercado.

«Los mejores planes asumen —por un minuto— que el seguro no existe. Debería ser un respaldo cuando todo lo demás en el plan no ha funcionado. Esto requerirá que la entidad dependa de este producto de transferencia de riesgos», dijo. «Los administradores de riesgos deberían pensar proactivamente en la forma en que se ve el guión gráfico de la resiliencia«.

Contando la Historia del Riesgo

El guión gráfico de la resiliencia debe documentar los componentes ejecutados y probados del plan, transmitiendo a la compañía de seguros el “entendimiento sobre cuáles podrían ser las pérdidas y las medidas preventivas tomadas», dijo Millard.

Para asegurar la propiedad, las aseguradoras analizarán el cronograma de valores de un cliente comercial, desglosando cada tarea facturable para recuperarse de las pérdidas, así como la razonabilidad de los cálculos de interrupción del negocio de la compañía. Año tras año, considerarán si esos costos se han ajustado por inflación y el impacto de posibles interrupciones en la cadena de suministro. Las aseguradoras enviarán a sus propios ingenieros, dijo Millard, pero tendrán una visión más favorable de los clientes que presenten sus propios hallazgos y actividades de ingeniería y control de pérdidas, modelen el impacto de posibles eventos catastróficos e incorporen esa información al elegir nuevos sitios de construcción y en la construcción misma.

«Otro paso de importancia crítica es establecer una relación con los suscriptores, reunirse durante todo el año con la comunidad de suscriptores y desarrollar confianza», agregó.

Dada la creciente intensidad de los eventos catastróficos, la preparación de planes para mitigarlos es un ejercicio continuo, impulsado, en parte, por la tecnología en constante mejora. Gerald Glombicki, director sénior del grupo de seguros de Fitch Rating, señaló que las aseguradoras buscan constantemente mejorar sus modelos para comprender el motivo  por el cual una estructura comercial sobrevive a un peligro, mientras que una similar, no. Asimismo, se están tomando medidas adicionales para verificar los detalles. «Antes, las aseguradoras requieren datos que verificaran los elementos de la propiedad en forma de una certificación por parte del agente de seguros o del cliente», dijo Glombicki. «Ahora, si supera una cierta cantidad de dinero, se presentan representantes para verificarlo o se obtienen imágenes satelitales de la propiedad real».

Las aseguradoras pueden solicitar a los administradores de riesgos la descarga de aplicaciones que les permitan recorrer las instalaciones de su empresa y así realizar inspecciones virtuales. «Es fácil de hacer, y la aseguradora no debe enviar a una persona de inspección física», dijo Michael Reilly, director gerente de la práctica de seguros de Accenture, añadiendo que la tecnología comenzó con las aseguradoras residenciales y «actualmente, un par de aseguradoras comerciales están experimentando con ella».

Pasos de Protección de la Propiedad

A su vez, tales avances requieren el análisis del riesgo de sus propiedades con un detalle creciente por parte de las empresas. Ian Giammanco, director sénior de estándares y análisis de datos y meteorólogo de investigación principal del Instituto de Seguros para la Seguridad Comercial y del Hogar (IIBHS por sus siglas en inglés), indicó que una empresa debe examinar los edificios de su cartera para asegurar que las medidas de mitigación de riesgos sean las apropiadas. Por ejemplo, para protegerse contra el viento, incluyendo huracanes y tornados, las empresas que poseen edificios de gran envergadura pueden instalar sistemas de puertas enrollables reforzadas para reducir la posibilidad del no cierre de puertas, dañando, de esta forma, el resto de la estructura y su contenido.

Giammanco dijo que existe una menor investigación sobre la mitigación de riesgos para incendios forestales que para los vientos, especialmente considerando que la expansión reciente y rápida de la interfaz entre la zona silvestre y la urbana expone cada vez más estructuras humanas al riesgo de incendios forestales. Sin embargo, la investigación sobre la resiliencia a los incendios forestales se ha acelerado rápidamente, centrándose en sistemas que reducen la probabilidad de incendio en los edificios. 

Un paso clave es asegurar que el techo de un edificio no es combustible. Las estructuras comerciales son construidas con materiales no combustibles, si bien los servicios de calificación como FM Approvals, UL Standards & Engagement y el IIBHS brindan una garantía adicional. «Si el techo está armado con material combustible,  será el eslabón más débil en la cadena de ignición», dijo Giammanco.

Asimismo, es esencial asegurar que las brasas no entren en los edificios a través de ventilaciones u otras aberturas. Para evitar que las llamas salten de una estructura a otra, los edificios deben estar espaciados adecuadamente y no debe haber combustible entre ellos. «La parte más crítica es un área de cinco pies que rodea el edificio. Se deberá garantizar que no haya materiales combustibles allí», dijo.

Adicionalmente, el flujo de viento alrededor de la mayor parte de los edificios provoca la acumulación de brasas que pueden encender materiales combustibles cerca de la estructura, creando llamas  lo suficientemente calientes como para encender también materiales de superficie exterior endurecidos. «La variación en la construcción comercial es mucho mayor, por lo que las aseguradoras analizan todos estos componentes con gran detalle», dijo Giammanco, señalando que el código de construcción bajo el cual se construyó un edificio también será tenido en cuenta.

Elegir al Corredor Adecuado

Cada empresa debe asegurar que su corredor y sus aseguradoras comprendan su negocio, especialmente para industrias muy específicas. «Una aseguradora genérica podría cobrar más o no entender la forma correcta de estructurar la cobertura, por lo que es importante que su corredor presente aseguradoras que comprendan su industria», dijo Reilly. Las empresas pueden reducir las primas reteniendo más riesgo a través de deducibles más altos o remodelando sus negocios para incluir más arrendamientos, transfiriendo el riesgo a otra parte.

Según Loretta Worters, portavoz del Insurance Information Institute, adaptar las estrategias de mitigación, en función de los patrones climáticos específicos y las vulnerabilidades de la zona, puede ayudar a reducir las primas o, al menos, minimizar los aumentos. Asimismo, es importante colaborar con las agencias locales de gestión de emergencias y con las organizaciones comunitarias para coordinar los esfuerzos de respuesta, capacitando, regularmente, a los empleados sobre los procedimientos de respuesta a emergencias y sobre los protocolos de seguridad.

Para el riesgo de viento e inundación, Worters indica que los administradores de riesgos pueden ahorrar en costos de seguro con cambios como, por ejemplo, el refuerzo de techos, ventanas y puertas; la instalación de barreras contra inundaciones alrededor de las entradas de edificios en áreas bajas; y la mejora de los sistemas de drenaje. Las empresas deben elevar los equipos para protegerlos; invertir en protectores de sobretensión para salvaguardar los equipos electrónicos; y desarrollar planes detallados de respuesta a emergencias, incluyendo un plan de evacuación detallado y procedimientos para asegurar datos críticos.

El Impacto de los Patrones Climáticos Cambiantes

Los patrones climáticos emergentes apuntan a peligros más extremos y cambiantes en el futuro. Uno de los mayores desafíos actuales es el aumento de las condiciones climáticas volátiles de incendio, como las provocadas por las sequías prolongadas. Los patrones climáticos cambiantes también han trasladado parte de la actividad de tornados más intensa de las Grandes Llanuras al Sureste, hacia poblaciones más densas y vulnerables.

Giammanco dijo que otro desafío importante es comprender el impacto de las tormentas de granizo, ya que se ha estudiado menos que otros peligros climáticos, y existen múltiples factores que influyen en su producción. Las empresas ubicadas en el este de los Estados Unidos pueden considerar al granizo como el peligro potencial más probable, a medida que refuerzan la resiliencia de sus propiedades y negocian las primas con las aseguradoras. «Creemos que veremos más eventos dañinos de granizo, sin embargo,  su frecuencia podría disminuir «, dijo. «El Alto Medio Oeste hasta el Noreste y Nueva Inglaterra pueden ver un aumento en la frecuencia del granizo, pero de vuelta al Oeste y las Llanuras del Sur pueden ver una disminución».

Si bien los patrones de peligros pasados no son totalmente predictivos de los futuros, los administradores de riesgos deben utilizar toda la información disponible para analizar y comprender los factores de riesgo actuales para las instalaciones de su empresa. En áreas específicas como la costa de Florida, es probable que los riesgos de catástrofes continúen, aumentando aún más los costos en esa zona. Como respuesta de largo plazo a dichos aumentos, las empresas deberán considerar el traslado de sus instalaciones a regiones más sostenibles.

FUENTE: www.rmmagazine.com