Riesgos para la seguridad alimentaria
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés) despidió recientemente a aproximadamente 6,000 empleados del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés). Adicionalmente, la administración Trump ha propuesto casi US$40 millones en recortes presupuestarios a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) y una disminución de US$1 mil millones en el presupuesto del USDA, lo que resultó en recortes de personal y en la suspensión de servicios como las pruebas de calidad de la leche. La administración afirma que los despidos no tenían como objetivo a empleados fundamentales, sí, únicamente, los roles administrativos y redundancias. No obstante, se ha visto afectado un amplio rango de puestos, desde inspectores de seguridad y de empleados de control de calidad hasta entrenadores de perros detectores de enfermedades.
Para las empresas en industrias como la agricultura, la producción y el transporte de alimentos, estos despidos podrían significar interrupciones en la cadena de suministro y en la disponibilidad de productos, así como golpes importantes a los ingresos. «Si el personal restante se encuentra obligado a gestionar diferentes solicitudes a las cuales no están acostumbrados o se encuentran abrumados con un mayor volumen de trabajo, esto puede tener un efecto de bola de nieve, retrasando ciertas acciones críticas», dijo Fabiola Negrón, directora de seguridad alimentaria de la organización de soluciones de cumplimiento de la FDA Registrar Corp.
Los recortes presupuestarios y los despidos están parcialmente destinados a disminuir la supervisión del gobierno federal y a transferir muchas de las responsabilidades al nivel estatal. Sin embargo, algunos estados simplemente no cuentan con los recursos para servir como reemplazos igualmente efectivos.
Esto podría impactar significativamente en la seguridad y en el control de calidad de los alimentos. «La supervisión no es una formalidad burocrática, es la línea invisible entre la producción rutinaria y la tragedia prevenible», dijo el Dr. Darin Detwiler, consultor de la industria alimentaria y profesor de seguridad alimentaria.
«Algunos estados tienen la infraestructura para ejecutar sus propios programas de inspección, pero muchos no, y aquellos que sí, pueden aplicar diferentes niveles de rigor», dijo Christine Bergman, ex química del Centro de Investigación Agrícola del USDA y actual profesora de la Universidad de Nevada, Las Vegas. «Esto puede llevar a una aplicación desigual. Esta falta de uniformidad podría erosionar la confianza pública en la seguridad del suministro de alimentos, especialmente si los brotes o los eventos de contaminación se vuelven más frecuentes o más difíciles de rastrear».
La transferencia de responsabilidades de seguridad alimentaria a los estados individuales plantea varios riesgos significativos para las organizaciones. Si una empresa opera en un estado sin recursos adecuados para financiar las tareas de seguridad alimentaria, las empresas individuales podrían tener que asumir esos costos. Las empresas que operan a través de las fronteras estatales también podrían enfrentar un mosaico regulatorio que complica su cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria y, por lo tanto, aumenta sus costos operativos, según Bergman. Los siguientes son riesgos adicionales que las organizaciones pueden enfrentar como resultado de los recientes recortes presupuestarios en seguridad alimentaria:
1. Reducción de la Supervisión
Una disminución en el número de inspectores significa menos inspecciones rutinarias de instalaciones alimentarias, lo que podría resultar en un mayor riesgo de que alimentos contaminados lleguen al mercado. Según Detwiler, esto será especialmente un problema en los sectores de carne y aves. Equiparó la función de supervisión a un detector de humo: cuando funciona, nadie se da cuenta. Pero su ausencia durante una crisis puede ser catastrófica.
Negrón dijo que algunos científicos y líderes con años de experiencia se encuentran entre las personas que han sido despedidas, y ciertos roles administrativos han sido eliminados. «No está claro quién está asumiendo esas responsabilidades y si estos despidos resultarían en una adición de responsabilidades al personal crítico o si esta brecha crea problemas para la coordinación de las inspecciones y respuestas de la agencia», dijo Negrón.
2. Respuesta Más Lenta a Brotes
Dado que persiste la incertidumbre sobre quién fue despedido y quién los reemplazará, Negrón dijo que es demasiado pronto para saber cómo se verá afectada la respuesta a los brotes. Sin embargo, los despidos ya han ralentizado el procesamiento de las solicitudes de la Ley de Libertad de Información (FOIA) y se han cerrado ciertos laboratorios de pruebas. «Esto afecta la distribución de información al público y las capacidades de prueba, respectivamente», dijo Negrón. «Los laboratorios de pruebas abrumados pueden retrasar la identificación de brotes o adulteraciones que afectan la seguridad del consumidor. El programa de pruebas de calidad de la leche ha sido suspendido, lo que asegura que la leche cumpla con los estándares de calidad y seguridad. Un laboratorio de la FDA en Puerto Rico ha sido cerrado, entre otros, en un esfuerzo por reducir los laboratorios de 13 a seis. Además, las pruebas relacionadas con el brote actual de gripe aviar también se han visto afectadas».
No poder responder a los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos con prontitud dificulta cualquier investigación, lo que lleva a más casos —y a una mayor duración— de brotes. Si una empresa no sabe que un brote está relacionado con uno de sus productos y hay un retraso en la retirada y eliminación de esos productos, también enfrenta un mayor riesgo de acciones legales. «Los recortes de personal y las redes de laboratorios retrasan todo, desde las pruebas y la trazabilidad hasta las alertas públicas y las retiradas. Los brotes pueden propagarse más rápido de lo que el sistema puede responder», dijo Detwiler.
3. Compromiso de los Programas de Seguridad Alimentaria
Los recortes presupuestarios pueden amenazar la eficacia de programas como la investigación, el desarrollo y la capacitación en seguridad alimentaria, que son importantes para adelantarse a las amenazas emergentes y mejorar las prácticas de seguridad alimentaria. «Los programas de capacitación, educación y apoyo al cumplimiento suelen ser los primeros en desaparecer», dijo Detwiler. «Las pequeñas y medianas empresas que dependen de estos recursos quedan para navegar el cumplimiento solas».
Según Negrón, ciertos programas que podrían ayudar a las empresas a adelantarse a los brotes y las retiradas resultantes han sido eliminados, consolidados o puestos en espera. Por ejemplo, una nueva iniciativa del USDA para la verificación de salmonela en aves de corral no listas para comer se ha retrasado. «Estos programas de seguridad alimentaria se implementan para mantenerse al tanto de las preocupaciones emergentes de seguridad alimentaria, alertar al público y prevenir enfermedades transmitidas por alimentos», dijo. «De nuevo, es posible que no sepamos el impacto, ya que no sabemos qué plan inmediato existe para garantizar que las acciones no se pasen por alto durante este período de transición».
4. Traslado de Responsabilidades de Seguridad
Trasladar las responsabilidades típicas del USDA y la FDA del nivel federal al estatal podría crear inconsistencias en las inspecciones y estándares alimentarios rutinarios, lo que podría debilitar la supervisión general de la seguridad alimentaria. «Las agencias han estado colaborando durante mucho tiempo con los departamentos estatales e incluso con gobiernos extranjeros para minimizar la duplicación de esfuerzos y compartir información crítica para la seguridad», dijo Negrón. «Sin embargo, siempre ha habido una necesidad de más recursos, y los números de inspección exigidos por el Congreso no se han cumplido. Delegar las inspecciones domésticas a los estados aún no sería suficiente, ya que los propios estados carecen de fondos y recursos para satisfacer las demandas, y aún no aborda la necesidad de que los inspectores realicen inspecciones de instalaciones extranjeras a un ritmo mayor».
Bergman señaló: «El USDA emplea a muchos inspectores de alimentos, veterinarios y científicos que los gobiernos estatales probablemente tendrían dificultades para reemplazar, especialmente con poca antelación. Sin una investigación continua sobre las amenazas emergentes en el suministro de alimentos y una inspección estandarizada en los mataderos y las instalaciones de procesamiento, la probabilidad de que productos contaminados lleguen a los consumidores aumentaría». En ese caso, las empresas podrían ni siquiera saber que están lidiando con productos contaminados y no podrían tomar las medidas adecuadas para mitigar el problema.
5. Reducción de la Investigación y el Desarrollo
Los recortes presupuestarios y de personal pueden dificultar la investigación de nuevas tecnologías y métodos para garantizar la seguridad alimentaria, lo que afecta la detección y prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos. «Cuando la investigación y el desarrollo se despriorizan, se estanca la innovación en tecnologías críticas, incluida la detección de patógenos, la trazabilidad digital, las mejoras en el envasado y los sistemas de seguridad alimentaria basados en IA», dijo Detwiler.
Consejos de Mitigación para Organizaciones
Desde el espacio de producción hasta la distribución, las empresas de la industria alimentaria pueden encontrar las siguientes prácticas de mitigación útiles para navegar por los riesgos resultantes de los recortes presupuestarios federales:
- Auditorías de Terceros: Según Carey Allen, directora de reclamaciones de alimentos de la organización de salud y seguridad pública NSF, las organizaciones que buscan reforzar la adhesión de su cofabricante a los estándares de seguridad y calidad alimentaria deben implementar auditorías de terceros y certificaciones de productos. «Los requisitos de transparencia, controles de proveedores y adhesión a estándares específicos pueden aumentar la confianza en el compromiso de los cofabricantes con el éxito del producto y la satisfacción del consumidor», dijo.
- Monitoreo Ambiental y Pruebas de Producto Terminado: El monitoreo del impacto ambiental y las pruebas de productos terminados son pasos de mitigación cruciales para evitar retiros. «Puede considerarse la adhesión a políticas de liberación positiva, donde los productos terminados se retienen hasta que los informes de pruebas microbianas estén completos, para evitar la introducción de productos sospechosos en el mercado», dijo Allen. «Una inspección preoperacional exhaustiva antes del inicio de la producción es imprescindible para prevenir la contaminación».
- Programas Rigurosos de Inspección Interna: Según Allen, los sistemas integrales de documentación basados en la nube y los programas de verificación de proveedores externos pueden ayudar a las organizaciones a cumplir con los estándares de seguridad alimentaria establecidos. Allen sugirió que las auditorías de proveedores también pueden utilizarse para preparar auditorías de referencia para los esquemas de certificación, asegurando que la seguridad alimentaria sea una prioridad en toda la cadena de suministro.
- Colaboración: Las organizaciones pueden colaborar con asociaciones de la industria para mantener la investigación esencial, innovar estrategias de prevención y monitorear actividades. «Al aunar recursos, la industria puede seguir apoyando iniciativas vitales de seguridad alimentaria, asegurando que las limitaciones no comprometan la salud pública», dijo Allen.
A medida que las organizaciones continúan evaluando el alcance de estos cambios, será crucial que planifiquen con anticipación la posible falta de inspecciones de seguridad alimentaria y cómo eso podría afectar sus negocios. «Dada la brusquedad de estos despidos, existe incertidumbre sobre cómo el personal restante asumirá la carga de trabajo adicional y si están capacitados para hacerlo», dijo Negrón. «Solo el tiempo lo dirá».
FUENTE: www.rmmagazine.com
