COBERTURA #91Interés General

IA: Dificultad para medir su impacto ambiental

La inteligencia artificial (IA) brindará a las empresas material sobre el cual reflexionar, mientras intentan gestionar el impacto de la revolución tecnológica en su huella ambiental. Sin embargo, como se les ha comentado a los administradores de riesgos suizos, la primera tarea importante es garantizar que el riesgo sea mensurable, previamente a pensar en la mitigación y el control.

La asociación suiza de gestión de riesgos SIRM celebró su segundo evento anual en la región francófona de Romandía, Suiza, en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en inglés). Asistieron más de 90 administradores de riesgos y seguros, junto con expertos de la industria aseguradora de 13 socios de SIRM.

Adicionalmente a un recorrido por el laboratorio de física de partículas más grande del mundo, el gran tema a debatir en el Sirm Geneva Rendez-Vous 2025 fue la posibilidad de medición y de control del impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA). Basándose en presentaciones de varios expertos, la conclusión fue que, actualmente, esto no es posible, principalmente dado que el impacto ambiental de la IA no es claramente medible.

Se necesita mayor transparencia sobre el impacto de la IA, que ha disminuido desde los primeros días de la tecnología. Se espera que la regulación obligue a las empresas de IA y a sus clientes a aclarar este tema para ayudar a medir y luego gestionar el riesgo. Desde el lado positivo, existe la creencia relacionada con la utilización de la IA como impulso en una carrera más amplia  hacia el net-zero por parte de  la sociedad y de las empresas.

El Rendez-Vous analizó algunos de los riesgos de sostenibilidad específicos planteados por la IA, desde el consumo masivo de energía, por parte de los centros de datos necesarios para los grandes modelos de lenguaje (LLM por sus siglas en inglés) y para la contaminación y el impacto en las poblaciones locales.Asimismo, existe el riesgo de pérdida de experiencia debido a la IA. Asimismo, se desconoce el nivel de transparencia que las aseguradoras exigirán para suscribir los riesgos de IA. Se alentó el trabajo conjunto de los equipos de gestión de riesgos y sostenibilidad para ayudar a medir y gestionar los riesgos ambientales de la IA.

«La conclusión fue la utilización de la IA de una manera más inteligente, no cuando no sea necesaria, ya que el impacto ambiental es claro. Asimismo, se desconocen las regulaciones en términos de transparencia», dijo Rocco Bozzelli, miembro de la junta directiva de SIRM y moderador de la mesa redonda .

«Los usuarios de IA desempeñan un papel al solicitar mayor información sobre el impacto ambiental de la tecnología. También, deben exigir una mayor transparencia a los proveedores de esta tecnología. Asimismo, el departamento de sostenibilidad y los departamentos de riesgo y seguros deben trabajar juntos para analizar los riesgos potenciales», continuó.

«No creo que esta tarea recaiga únicamente en la sostenibilidad o en la gestión de riesgos; deberá existir el trabajo conjunto. Sin embargo,  las empresas deberán considerar el impacto ambiental de la IA en sus operaciones y durante las decisiones comerciales», añadió.

El Consumo Energético de la IA: Una Preocupación Creciente

Uno de los ponentes, Boris Gamazaychikov, jefe de sostenibilidad de IA en Salesforce puso el foco en el impacto ambiental de la IA y en la forma en que se pueden medir las emisiones.

Gamazaychikov afirmó que, con el desarrollo de la IA, su requisito de potencia informática y energía aumenta rápidamente. Dijo que desde 2010, la potencia informática para entrenar y crear modelos de IA ha crecido 4.6 veces por año, o se ha duplicado cada cinco meses. Esto significa una necesidad mayor de electricidad para alimentar la IA, ante el crecimiento de los centros de datos.

Se  espera que la IA represente entre el 1% y el 4% del consumo mundial de energía para 2030. En los Estados Unidos, donde existen muchos centros de datos, se prevé que la cifra se sitúe entre el 4% y el 9%. Esto será aún más grave en el norte de Virginia, estado que alberga algunos de los centros de datos de IA más grandes del país. Estos consumirán entre el 25% y el 50% de la electricidad local a finales de esta década.

Este crecimiento del consumo se ha cubierto con fuentes de energía fósil en lugar de renovables. Un informe reciente en el Financial Times señaló que la IA impulsará un aumento en las centrales eléctricas de gas en los Estados Unidos, afirmando que la tecnología bien podría retrasar la transición energética.

La Regulación como Impulsor de la Transparencia y el Potencial Positivo de la IA

Se espera que las regulaciones que se avecinan obliguen a las empresas de IA a aumentar la transparencia. Esto es exactamente lo que exigirá la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, que entrará en vigor en agosto de 2026, a los modelos de IA de propósito general. Asimismo, desarrollará un marco estandarizado de divulgación de la eficiencia energética de la IA y un código de conducta para evaluar y minimizar su impacto en la sostenibilidad ambiental.

Luego, las  regulaciones como la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD) exigirán más transparencia en toda la cadena de suministro de las empresas de la UE. Esto incluirá un enfoque en el impacto de la IA.

Gamazaychikov aconsejó a los usuarios comenzar a exigir más transparencia a los proveedores de IA desde este momento. Dijo que las empresas deberían empezar a exigir dicha transparencia en sus solicitudes de propuestas (RFP por sus siglas en inglés) y en sus  contratos, dejando claro que la sostenibilidad de la IA es un tema importante. Asimismo, las organizaciones también deberían elegir modelos de IA eficientes. Esto último incluye garantizar que el nivel de inteligencia sea el necesario para la aplicación, priorizandor los modelos especializados sobre los grandes LLM de propósito general.

El experto en sostenibilidad aclaró que la IA puede ayudar al mundo y a las empresas a reducir las emisiones transformando sistemas complejos, acelerando el descubrimiento y la innovación, impulsando el cambio de comportamiento, mejorando la adaptación, la resiliencia, la modelización climática y las políticas. Gamazaychikov brindó cifras que sugieren la reducción de las emisiones anuales entre un 7% y un 14% para 2035 mediante tales acciones. Cabe destacar que la mitigación del cambio climático y la pérdida de biodiversidad son explícitamente mencionadas como aplicaciones de IA aprobadas por la Ley de Inteligencia Artificial de la UE.

La ponente Verena Kain, jefa de ciencia de datos para operaciones de haces en el CERN, destacó el impacto positivo que la IA en el medio ambiente y en las emisiones. Explicó que el CERN ha reducido sus emisiones y su consumo de energía a través de esta tecnología.

El CERN realizó una revisión en 2022 para verificar el rendimiento de su acelerador, en términos de emisiones, sostenibilidad y consumo de energía. La instalación estableció siete áreas objetivo para una función de mapas eficiente del acelerador.  Desde entonces, el CERN ha analizado la forma en que la IA puede ayudar con estas siete áreas objetivo, descubriendo que genera mejoras y automatizaciones adicionales.

«Encontraron soluciones a través de la IA», dijo Rocco. «Este es un ejemplo de la inteligencia artificial como herramienta para reducir las emisiones. Es el lado positivo».

Sin embargo, un tercer ponente, Loup Cellard, sociólogo de la tecnología e investigador en datactivist, habló sobre la manera en que las poblaciones locales de todo el mundo ya han sido impactadas por la IA y por las consideraciones éticas planteadas por esta tecnología. Comentó sobre la escasez de agua para la agricultura en Taiwán, debido al desarrollo de la IA y de los microchips. Un gran centro de datos en Memphis está contaminando y generando protestas generalizadas como resultado. En Marsella, mientras tanto, un centro de datos en el puerto de la ciudad, conjuntamente con los esfuerzos para reducir el impacto de las emisiones del transporte marítimo, utilizan grandes cantidades de electricidad. Esto crea una verdadera batalla por la energía con la población local. Asimismo,  México sufre de escasez de agua por el desarrollo de la IA.

Por tanto,  la IA ya tiene un impacto en las poblaciones locales y en el medio ambiente, y, muy probablemente, crezca únicamente a medida que se desarrolle la tecnología. Este es claramente un riesgo a observar junto con otros riesgos de IA y de sostenibilidad que enfrentarán las empresas en los próximos años.

FUENTE: www.commercialriskonline.com