COBERTURA #81Interés General

Cadenas de suministro más seguras

En el mercado actual, las organizaciones deben tomar con seriedad las posibles amenazas a la cadena de suministro o corren el riesgo de ser vulnerables a ataques potencialmente devastadores. La eficacia y la seguridad de la cadena de suministro de una empresa son fundamentales para la salud general del negocio, ya que estos complejos sistemas ayudan a minimizar los costos, los residuos y el tiempo del ciclo de producción si se protegen y se gestionan adecuadamente.

A menudo, la cadena de suministro de una organización puede enfrentar amenazas físicas y cibernéticas. Dado que las cadenas de suministro dependen en gran medida de Internet, son vulnerables a los ciberataques que podrían afectar al abastecimiento, a la gestión de los proveedores, a la continuidad de la cadena de suministro e, incluso, a  la calidad del producto. Las amenazas físicas a la cadena de suministro incluyen métodos de daño tradicionales, como el robo, el sabotaje y la piratería, que pueden proceder tanto de fuentes internas como externas. 

Mitigar los riesgos de seguridad

¿Quién es responsable de la seguridad de la cadena de suministro? 

Es importante aclarar si la organización o los proveedores son responsables de la gestión de riesgos de la cadena de suministro, lo que requiere una excelente comunicación entre los departamentos de seguridad, la dirección de la organización y los proveedores externos. Los riesgos pueden aumentar sin la debida diligencia de los proveedores. Una vez definidas con claridad las líneas de responsabilidad, lo correcto es trabajar con un equipo de seguridad bien versado en la gestión de riesgos de seguridad empresarial.

A continuación, las nueve mejores prácticas que las empresas deben tener en cuenta para mejorar la seguridad de la cadena de suministro: 

1. Diligencia debida de proveedores, de empleados y de socios: Las empresas deben incluir una revisión de las políticas y de los procedimientos de seguridad como parte de la diligencia debida a los proveedores. Ésta debe incluir una evaluación de riesgos de la empresa del proveedor, con la revisión de las políticas y de los procedimientos de seguridad, y con un análisis de los riesgos del país de origen, los del sector, los de  la entidad y los financieros.

2. Comprobación de antecedentes: También es importante realizar las comprobaciones de antecedentes de los empleados que participan en la cadena de custodia de sus mercaderías y de los  suministros.

3. Pruebas: Si es posible, las organizaciones deben realizar pruebas de penetración y de vulnerabilidad en varios puntos de su cadena de suministro. Estas evaluaciones alertarán a las empresas sobre los fallos del sistema, indicando el lugar  dónde se producen. Asimismo,  intentarán explotar  las vulnerabilidades para la determinación del fallo  que podría suponer una amenaza.

4. Formación: Los empleados que trabajan en la cadena de suministro deben recibir una formación adecuada para estar alerta a los cambios y a las incoherencias del entorno. Deben ser siempre conscientes de la situación, saber dónde están, qué ocurre a su alrededor y estar  alerta e informados para tomar mejores decisiones.

5. Seguimiento: Como mejor práctica, toda organización debe registrar y rastrear los envíos, mediante la colocación de  dispositivos GPS en la carga, en los contenedores marítimos, en los contenedores aéreos e, incluso, en las personas para su protección personal. Las señales de esos dispositivos GPS pueden ser supervisadas por un centro de operaciones de seguridad. Sin importar el lugar donde se encuentre la carga, de ocurrir algo,, habrá alguien que la rastree y que brinde una respuesta.

6. Equipos y dispositivos: Las empresas deben implantar cerraduras y precintos a prueba de manipulaciones, como la detección inteligente de contenedores internos y la tecnología de control ambiental para la supervisión de las puertas de los contenedores desde el interior. Estos sistemas avanzados van más allá del seguimiento y de la localización, ya que controlan cada puerta de forma independiente, detectando cambios ambientales como la humedad, la temperatura, el punto de rocío y la luz.

7. Escolta de seguridad: Para las cargas de mayor valor,  puede ser necesaria una escolta de seguridad. Esta escolta debe contar con  protocolos de seguridad predefinidos, incluidos la planificación de rutas y los procedimientos de escalada. La comunicación con los  expedidores, con los conductores y con los operadores de seguridad será continua. Todos los escoltas de seguridad deben ser investigados y someterse a una formación estandarizada, más allá de  poseer conocimientos locales.

8. Plan de respuesta: Toda organización debe contar con un plan de respuesta para actuar rápidamente ante las amenazas. Los equipos de seguridad deben proporcionar un servicio de respuesta que brinde soporte a los esfuerzos de recuperación de la carga y al proceso de investigación. Al recibir una alerta de seguridad, los operadores deben iniciar una respuesta policial inmediata, proporcionando un enlace de seguimiento a las fuerzas del orden.

9. Plan de recuperación de la carga: Si la carga termina donde no debería,  las organizaciones necesitarán coordinar esfuerzos para recuperarla, lo que no siempre es fácil. Por ello, se deberá contar con los operadores de los centros de operaciones de seguridad especializados en la recuperación de cargas. Con una supervisión en directo las 24/7, y una gestión centralizada de la respuesta a incidentes, desplegarán procesos a escala  en los que intervendrán medios electrónicos y humanos para una respuesta policial inmediata. También, pueden poner en marcha equipos de respuesta a incidentes en coordinación con las fuerzas de seguridad locales. Trabajar con un socio de seguridad global que disponga de todas estas capacidades es una ventaja, dado que las cadenas de suministro suelen ser de naturaleza global.

FUENTE: www.rmmagazine.com