Interconexión del ecosistema del riesgo
El panorama global del riesgo para 2024 “se mantendrá atrapado en un proceso de reajuste radical para la amplificación de un complejo conjunto de riesgos sistémicos que trascienden cada vez más las fronteras y los sectores», según la Agenda Global de Riesgos de Verisk Maplecroft 2024, que ha identificado las 10 áreas principales de riesgo a ser observadas.
Esto comprende a las tecnologías disruptivas, a la sustentabilidad y a las normativas de resiliencia, a los recursos de gobernanza y de seguridad, a los procesos globales de DDHH, a la transición y a la mitigación, a las amenazas al medioambiente, a los efectos del cambio climático, al conflicto y a la seguridad, y a la fragmentación geoeconómica.
En Europa, las corporaciones, los inversores y las aseguradoras deberán luchar contra un panorama dinámico de riesgo, dijo Verisk Maplecroft.
Maplecroft ha identificado los cinco riesgos principales que habrá que tener presentes: la posibilidad de un giro electoral a la derecha que dé lugar a una UE menos progresista y más euroescéptica, a la debilidad de los fundamentos económicos que erosionen las ambiciones climáticas del Reino Unido antes de las elecciones finales, a los trastornos y a los cambios políticos relacionados con las protestas de los agricultores, a las continuas repercusiones geopolíticas de la guerra en Ucrania y a la disminución del apetito por el impluso de la transición energética en algunos sectores.
Respecto de este último aspecto, denominado por Verisk Maplecroft «el enigma de la transición en Europa», los resultados de Europa continental, en las calificaciones de ESG soberanas de la empresa, muestran a 27 países con registro de descensos en sus puntuaciones este último año, frente a sólo 11 con registro de mejoras (y seis sin cambios).
Se destacan Alemania, Bélgica, Hungría, Polonia, Portugal, Irlanda y los países escandinavos, debido, sobre todo, a un deterioro significativo de la dimensión del riesgo de transición de las calificaciones de Verisk Maplecroft, lo que, según la empresa, pone de manifiesto las continuas dificultades para la conciliación de las necesidades de seguridad energética con la transición de la energía.
A medida que la inflación disminuya en 2024, las recientes debilidades de los pilares sociales deberán entrar en remisión, con excepción del Reino Unido, dado el impacto actual de la crisis del costo de vida. No obstante, las tensiones en torno al costo de la transición seguirán manifestándose en múltiples ámbitos, desde las protestas de los agricultores hasta el auge del movimiento populista de derecha contra la ESG. Esto también fomenta una postura de política social más retrógrada por parte de ciertos gobiernos, creando riesgos para las empresas y para los inversores.
FUENTE: www.commercialriskonline.com