Contratación de seguros agrarios sube un 59%
En la primera mitad de 2022, el manejo de siniestros se cuadriplicó en comparación con el mismo período de 2021
Según levantamiento de Famasul, el área cosechada de maíz de segunda cosecha 2021/2022 en Mato Grosso do Sul alcanzó el 70,8%
En los primeros seis meses de 2022, la contratación de seguros en Mato Grosso do Sul alcanzó la marca de R$ 413.215.461,00, contra R$ 258.953.764,00 en igual período de 2021, según datos de la Superintendencia de Seguros Privados (Susep).
El aumento del 59,57% de un año al otro es el resultado de dos periodos con dos paros en las cosechas de soja y maíz en el estado, los dos principales cultivos asegurados.
En el otro extremo, tales déficits incrementaron significativamente los montos a pagar por las compañías de seguros por la pérdida de producción sentida en los cultivos.
En los primeros seis meses de 2021, los reclamos de MS fueron del orden de BRL 179.829 millones. Este año, el valor alcanzó la marca de R$ 838.327 millones, un aumento del 366,18%.
Según Luciano Lemos, propietario de 2L Corretora, la compra de seguros en el Estado ha aumentado sustancialmente, al igual que los gastos de las financieras.
“Casi se duplicó en la comparación del primer semestre de 2021 con igual período de 2022. Por otro lado, aún está el pago de siniestros, este ha aumentado casi 5 veces”, pondera.
El experto comenta que los números muestran el reflejo de un mercado recalentado, pero también la existencia de un desafío para las principales empresas del sector. “Todavía hay muchos reclamos que aún se están resolviendo en relación con la cosecha pasada. En ese aspecto, el valor de la prima emitida es la mitad de lo que se está indemnizando”, analiza.
Para él, el tamaño del área asegurada es todavía muy pequeño. “Dado el tamaño de nuestra agricultura en MS, todavía es pequeña. Solo tenemos el 10% del área asegurada”, comenta.
Según Lemos, el potencial de crecimiento en el estado es muy alto si se pone en la balanza, y potencias agrícolas como Estados Unidos y China tienen asegurado el 85% y el 70% de su superficie sembrada.
El consultor y agrónomo Tiago Dias Bortoloto explica que la contratación depende mucho del agricultor. “Las empresas no aseguran la primera área de siembra. Solo comienza a emitir pólizas después de la segunda cosecha en la tierra”, explica.
Aún así, los expertos dicen que el productor decide mucho en función de la condición de cultivo que espera.
Lemos comenta que, a pesar de que los números muestran que sale más dinero de los cajeros de la empresa, todavía es barato asegurar la producción.
“Si lo analizamos, se abarató porque, en promedio, hay 2 sacos por hectárea, en términos de costo, en teoría, tiene sentido proteger la plantación. Cuando el tipo es muy grande, siembra 10 mil hectáreas o más, piensa mejor. En este caso, no todas las empresas aseguran áreas parciales, por lo que puede irse sin seguro”.
SUBVENCIÓN
Una forma de reducir gastos con la compra de un seguro es adherirse al Programa de Subsidio de Prima de Seguro Rural (PSR), que subsidia el precio de este servicio.
La Encuesta Sistemática de la Producción Agropecuaria (LSPA), divulgada a principios de agosto por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), estima que la producción de maíz de segunda cosecha en Mato Grosso do Sul debe llegar a 11,907 millones de toneladas.
De confirmarse la cifra, el estado tendrá un incremento de 82.39% en la producción respecto a 2021, cuando el receso de contratemporada generó 6,528 millones de toneladas de maíz en la entidad.
Incluso con la alta productividad de la última cosecha para esta, con el clima ayudando a la producción de la contraestación, los valores estimados por el gobierno federal para el subsidio del seguro rural en Brasil deberían reducirse sustancialmente.
Al menos eso es lo que muestra el Proyecto de Ley de Presupuesto Anual (Ploa) para 2023, discutido en el Congreso Nacional desde la semana pasada.
Según el artículo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) tendrá una reducción en los montos destinados a la Pasta. La previsión era de R$ 15,52 mil millones, pero el plan prevé apenas R$ 13,33 mil millones. Esta reducción presupuestaria también debería hacer retroceder el PSR a los valores de 2021.
Como resultado, el proyecto presentado para el subsidio de seguros ese año alcanzó R$ 1,1 mil millones, la misma previsión para 2023. Mientras tanto, en 2022, el subsidio había sido elevado a R$ 2 mil millones.
El ministro Marcos Montes, de Mapa, comentó la semana pasada que el ministerio aún está tratando de desembolsar más recursos para este fin. Según él, la asignación de fondos es importante y, con la equiparación de la meta fiscal, el valor debe saltar para R$ 2 mil millones.
Lemos comenta que, a pesar de ser un monto bienvenido, para tener un alto impacto en el mercado de seguros agropecuarios, el monto gastado debe ser el doble de la meta actual.
“Para calentar aún más la venta de seguros, habría que dirigir el doble que, en 2022, incluso porque el productor no contrata el seguro pensando en el subsidio, si llega, que chulo. Los que contratan antes tienen más posibilidades”, dice.
Según el abogado especialista en Derecho Agrario Leandro Provenzano, el PSR es una ayuda económica del gobierno federal. La Unión entonces paga parte del monto de la prima (un porcentaje de lo que debe pagar el productor a la compañía de seguros) del seguro para el productor rural.
“Hay algunos límites financieros a los subsidios que el productor debe conocer. En el caso de la soja, el subsidio será como máximo del 20% de la prima del seguro, mientras que otras actividades podrán ser subsidiadas hasta en un 40%”, explica.
FUENTE: correiodoestado.com.br