La era del clima salvaje
Incendios forestales en Canadá durante más de un año ininterrumpido. Inundaciones que paralizaron Dubai. Calor letal en las calles de Nueva Delhi.
El primer semestre de 2024 dejó al descubierto los extremos catastróficos que caracterizan al clima en rápida evolución en todo el mundo.
Millones de personas a lo largo de la costa este de Estados Unidos -la región costera más poblada del país- fueron sofocadas por una cúpula de calor. Las temperaturas en el Central Park de Manhattan alcanzaron los 35º. Y en el extremo sur de la costa este, Florida ha enfrentado más de dos semanas de lluvias torrenciales con probabilidades de ocurrencia de una vez en 500 a 1.000 años. Los daños podrían superar los US$1.000 millones.
Una nueva era de lluvias extremas llevó a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos a la recomendación de una revisión profunda de las estimaciones de «precipitaciones máximas probables» del país, que sirven de guía para el desarrollo de infraestructuras. No se habían actualizado a escala nacional desde 1999 y, en algunos casos, desde hacía 60 años. Más de 16.000 presas en peligro y 50 centrales nucleares, todas ellas muy antiguas, enfrentan nuevos fenómenos extremos.
El informe establece formas de uso de los modelos climáticos modernos para la actualización del análisis, teniendo en cuenta el calentamiento global.
La contaminación por gases de efecto invernadero aumentó en 1,3ºC la temperatura, lo que representó un porcentaje mayor al anterior a la Revolución Industrial. Mayo de 2024, marcó el duodécimo mes consecutivo de temperaturas récord promedio para el planeta; los océanos registraron nuevos niveles de calor diario durante más de un año. Es por esto que se han producido lluvias y granizo inusuales, tormentas más destructivas e, incluso, olas de frío inesperadas. En junio de este año, Londres, París, Berlín y otras partes de Europa sufrieron temperaturas por debajo de los niveles del pasado diciembre.
Pero el calor y las sequías, las inundaciones y los incendios forestales asociados se han convertido en el indicador más prolífico del extraño clima actual. La amenaza de calores infernales alcanza niveles extremos en Grecia y en España, con riesgos de su extensión a la Costa Azul francesa. Los termómetros en Egipto marcaron un récord de 51ºC a principios de este mayo de este año. Las inundaciones han dañado las infraestructuras y han amenazado a las cosechas en China, mientras que gran parte del sur de Asia ha enfrentado a temperaturas que han puesto al límite al cuerpo humano. El calor extremo en Gaza agravó la crisis humanitaria. Un diluvio tras años de sequía en África Oriental tuvo un saldo de cientos de víctimas fatales y arrasó con el ganado.
El trabajo de Erich Fischer, climatólogo de la ETH de Zúrich ha demostrado que los márgenes de caída de las temperaturas en el mundo son cada vez mayores, , lo que significa mayores probabilidades de batir récords climáticos extremos.”
La investigación de Fischer predijo la ola de calor de 2021, que azotó el oeste de Norteamérica, con el registro de junio de ese año como el más caluroso de la historia con un saldo de 1400 víctimas fatales. Un estudio dirigido por Fischer en 2023 identificó aquellos lugares con un potencial aún no detectado de olas de calor de gran magnitud.
Tomando como base los cinco primeros meses de 2024, es de notar que este año será uno de los 5 más cálidos registrados en toda la historia. Existe más de un 60% de probabilidades de superación del 2023 y de encabezamiento del listado.
El Niño, un calentamiento del Pacífico ecuatorial que aumenta la temperatura del planeta, ha contribuido, en parte, al aumento de las temperaturas y de los fenómenos extremos durante la primera mitad de 2024 . Las mas altas temperaturas se deben a un cambio que contradice a la intuición:: Las normativas destinadas a la limpieza de la contaminación del transporte marítimo redujeron la emisión de azufre que, aunque perjudicial para la salud, enfría la atmósfera bloqueando la luz solar.
Los científicos advierten que el peligro no se encuentra limitado únicamente a las catástrofes meteorológicas. Un planeta con más altas temperaturas aumenta las probabilidades de “acontecimientos compuestos», es decir, de catástrofes múltiples -naturales o provocadas por el hombre- que ocurren simultáneamente en tiempo o en espacio, exacerbando su impacto combinado.
En marzo de 2024, las tormentas de polvo sahariano se dirigieron hacia el norte, tiñendo el cielo de amarillo y naranja en Sicilia y degradando la calidad del aire de Grecia, de Italia, y, hasta de hasta Francia, donde también se han registrado lluvias intensas. Asimismo, ell aumento de los precios de los alimentos y de la energía se ha superpuesto a las duras condiciones meteorológicas, magnificando las consecuencias de la sequía que azota a Siria, a Irak y a Irán desde hace años, como ejemplo.
Algunas zonas han tenido que enfrentar también distintos fenómenos extremos de rápida sucesión. Filipinas cerró escuelas y centrales eléctricas en abril, con el aumento intempestivo de las temperaturas. El gobierno ha advertido que el aumento de las precipitaciones podría perjudicar el suministro de alimentos del país, con El Niño llegando a su fin y con el afianzamiento de las condiciones más frías. Los incendios forestales de febrero tuvieron un saldo de más de 100 víctimas fatales en Chile, donde las tormentas históricas fueron provocadas por el clima típicamente seco de la región.
Los fenómenos meteorológicos extremos pueden convertirse en una novedad por el simple hecho de una duración inesperada de los periodos climáticos. En el sudeste asiático, por ejemplo, el cambio climático hace que las olas de calor duren meses. Las inundaciones prolongadas tuvieron un saldo de más de 500 víctimas fatales en Kenia, en Tanzania, en Uganda y en Burundi.
Las condiciones meteorológicas extrañas de este año han causado estragos en todos los rincones de la economía mundial, desde las redes eléctricas hasta el transporte aéreo.
Un estudio publicado en Nature en abril del corriente, realiza una proyección de costos a la economía mundial de USD 38.000.000 millones por año para 2049 a causa de los daños climáticos para 2049, eclipsando los USD6.000.000 millones estimados para la reducción de las emisiones que aumentan las temperaturas del planet, alineados con los objetivos del Acuerdo de París. El gasto en tecnologías limpias alcanzó la cifra récord de USD1.800.000 millones en 2023, muy por debajo de lo necesario.
El hecho de que algunas de las políticas climáticas más ambiciosas del mundo sean obstaculizadas por Europa y por EE.UU no es de ayuda. Muchos votantes se oponen a la eliminación progresiva de las estufas de gas y a las medidas de agricultura sostenible. Los mercados emergentes, que tendrán que dar el mayor salto a las energías sustentables, luchan por la obtención de una mayor cuota en las inversiones ecológicas mundiales.
FUENTE: www.propertycasualty360.com