Interés General

Las aseguradoras prevén que los siniestros se dupliquen en dos décadas

Las compañías encarecen las primas y reducen la cobertura en zonas de riesgo

El sector asegurador ha sufrido pérdidas de 34.000 millones de euros en la primera mitad del año por los daños causados por catástrofes naturales, un 27% más que la media en la última década, según los datos de Swiss Re, una de las mayores reaseguradoras del mundo. Y aunque la cifra del 2021 es la segunda más alta de la historia, lo peor está por llegar: el servicio de estudios de la firma prevé que los costes de los siniestros aumenten entre el 90% y el 120% en los próximos 20 años.

El aumento del coste de los siniestros viene en gran parte por el impacto que está teniendo el cambio climático en los países más desarrollados, “donde casi todo está asegurado”. Así, este año hemos tenido la tormenta invernal Uri en Estados Unidos, los incendios forestales provocados por la ola de calor en ese país y Canadá o las inundaciones de Alemania.

Más presión para el Consorcio

El cambio climático se refleja en España en un alza de las inundaciones y tempestades ciclónicas atípicas, que han disparado los daños materiales que ha de cubrir el Consorcio de Compensación de Seguros. Según sus datos, en los últimos cinco años ha habido 15 inundaciones masivas provocadas por estos fenómenos, que han generado 290.000 reclamaciones y el pago de 1.296 millones de euros en indemnizaciones. En los primeros cinco años de las estadísticas del Consorcio, entre 1977 y 1982, hubo en cambio solo dos, que generaron 4.300 indemnizaciones por valor de 97 millones de euros. En el último quinquenio ha habido más siniestros que en toda la primera década (ocho inundaciones con 56.000 reclamaciones), aunque en 1983 se produjo el mayor siniestro de la historia reciente, las inundaciones del País Vasco, Cantabria y Navarra, que costaron 842 millones para pagar 25.600 reclamaciones. Con todo, los recargos en las primas que ingresa el Consorcio para cubrir daños son aún holgados, y entre 1971 y el 2020 solo ha consumido el 70% de las primas.

Según el servicio de estudios de Swiss Re, las compañías habrán de aumentar las primas en las pólizas que aseguren propiedades, a su juicio entre el 33% y el 41% entre el 2020 y el 2040, para cubrir esos costos. “Es normal que las aseguradoras se cubran –reconoce Navaz–. En Florida, a raíz del huracán Katrina, quebró incluso una compañía”, Poe Financial, que era la cuarta más importante de ese estado.

Simultáneamente las compañías han reducido la cobertura de riesgos en las zonas más vulnerables. En Estados Unidos, tanto en Florida como en Colorado, ya es difícil asegurar casas en las zonas cercanas a los bosques, más susceptibles de ser dañadas en caso de incendio forestal. El gobierno federal, además, ha tenido que poner en marcha una cobertura pública para asegurar casas en zonas con alto riesgo de inundaciones, que ya no son aceptadas por ninguna compañía.

El riesgo es mayor: en Florida quebró la cuarta compañía del estado a raíz del huracán ‘Katrina’

“En España la situación es muy diferente porque tenemos el Consorcio de Compensación de Seguros, que se financia con un recargo en las primas y que asume los siniestros en casos de catástrofes naturales. Por ello el cambio climático no es aquí un problema tan grave para el sector asegurador”, reconoce Navaz.

La presidenta de la patronal española, Unespa, Pilar González de Frutos, incidió recientemente en el papel del Consorcio, destacando que el recargo es el mismo en todo el territorio, aunque el riesgo de sufrir un terremoto, inundación o tempestad ciclónica atípica es diferente por territorios. “En consecuencia, se convierte en una herramienta de igualdad” y permite que “las zonas con menores probabilidades (de sufrir un siniestro) ayuden a las que tienen más riesgo”.

Esta estrategia contrasta sin embargo con la que promueven los activistas, en el mundo anglosajón, como Insure Our Future, que piden que las compañías penalicen los sectores que contribuyen al cambio climático y dejen de asegurar instalaciones petroleras o de carbón, y en otros casos aumenten las primas. A su juicio, el seguro ha de modelar el comportamiento colectivo, y muchas personas dejarían de comprar casas en zonas de riesgo si no las pudieran asegurar –y por tanto no obtuviesen una hipoteca– o si la prima fuese muy alta.

EE.UU. ha requerido a las compañías para que le comuniquen el impacto financiero que tendrá en sus cuentas

Con objetivos más moderados, ocho grandes compañías del sector, como Axa, Aviva o AIG, se han sumado ya a la Net-Zero Insurance Alliance, una iniciativa de las Naciones Unidas que busca que las carteras de las compañías tengan unas emisiones netas cero de gases invernadero en el 2050.

Un papel mayor va a tener sin embargo la Administración Biden, que hace pocos días requirió a las compañías para que comuniquen al gobierno de EE.UU. los riesgos financieros a los que las expone el cambio climático. Según la firma de calificación de riesgos S&P, “los presidentes de las compañías no esperarán a que el regulador les diga que necesitan afrontar en serio este riesgo. Van a empezar a hacerlo ya”.

FUENTE: www.lavanguardia.com