El cambio climático empuja a los asegurados hacia el mercado E&S
La ola de calor que asoló a Estados Unidos y Europa durante julio pasado, ha sido un recordatorio de una dura realidad que ha ido evolucionando a lo largo de los últimos años: El cambio climático y sus impactos. No se trata de una amenaza futura, sino de una realidad presente. El calentamiento global modifica los patrones climáticos y promete cambiar para siempre la forma de hacer negocios de agentes, corredores y suscriptores de seguros.
Uno de los acontecimientos recientes más interesantes es la forma en que el cambio climático está afectando las líneas de capital y excedentes (E&S). En 2021, el mercado de excedentes aumentó las primas directas en un 25%, hasta alcanzar un récord de 82.000 millones de dólares, según un informe de AM Best sobre el segmento de mercado. En su análisis, AM Best informó que una de las razones de este crecimiento récord fue el aumento de las exposiciones únicas.
A medida que el cambio climático genera tormentas más frecuentes y severas, y disparándose el mercado de daños y perjuicios, los efectos posteriores afectarán directamente a las AGM, a los transportistas y a los reaseguradores. Las razones de este cambio, las oportunidades y los riesgos que crea, y la forma en que el sector puede evolucionar para hacer frente a esta nueva realidad emergente son algunas de las preocupaciones más importantes de gran parte del sector de seguros en la actualidad.
Un futuro lleno de riesgos «1 en 20”
A principios de la década de 2000, el mundo era completamente diferente en lo que a patrones meteorológicos respecta. Hace veinte años, el sector de seguros se planteaba el problema del cambio climático con la atención puesta en los huracanes. Incluso las inundaciones producidas en 100 años eran tan sólo un problema relativo 1 en 20. Tan es así que los responsables de seguros solían prestar atención a las tormentas con nombre propio. En aquel entonces, era probable que los directivos de una gran compañía de seguros experimentaron uno o dos de estos riesgos en un período de 10 años. Algunos nunca habían contemplado la posibilidad de ver una inundación centenaria en ningún momento de su carrera.
Dos décadas después, la definición de las catástrofes climáticas se amplió casi con la misma rapidez con la que se acumularon los siniestros de nat cat. Esos mismos gerentes hoy, probablemente, tratarán con uno o dos eventos «uno de cada 20» cada año durante un período de 10 años. Con el huracán Harvey en 2017, Houston experimentó su tercera inundación de 500 años en tres años consecutivos.
Aunque el cambio climático podía parecer sólo una teoría hace unos años, los datos no mienten. Gran cantidad de datos demuestran el extraordinario impacto del cambio climático, tanto en el planeta como en la industria de seguros. Un informe de Capgemini y Efma revela que las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales han aumentado un 250% en los últimos 30 años, y que peligros, como incendios forestales y tormentas, han impulsado este notable crecimiento. Y lo que es aún más preocupante, al ser consultados 270 altos ejecutivos del sector si sus empresas se encuentran preparadas para afrontar adecuadamente el impacto del cambio climático, sólo el 8% respondió afirmativamente.
Estando o no preparados, los efectos del cambio climático seguirán aumentando. En los dos últimos años, se han producido inundaciones devastadoras en Alemania y Japón, e incendios forestales fuera de control en California y Australia. Lloyd’s of London informó que el número promedio de incendios forestales aumentó un 30% en los últimos 15 años, mientras que los datos de Swiss Re muestran que las pérdidas por riesgos secundarios, como inundaciones e incendios forestales, casi se ha duplicado en los últimos 10 años.
Asimismo, este tipo de fenómenos meteorológicos graves demuestran la existencia de pocas herramientas para predecir con precisión estos nuevos tipos de tormentas. Por ejemplo, la tormenta de invierno Uri en Texas en 2021 -un evento no previsto- dejó a más de 4,5 millones de hogares y negocios en Texas sin energía y causó un estimado de 18 mil millones de dólares en reclamaciones.
¿Qué depara el futuro? Más de lo mismo, por desgracia. De aquí a 2040, Swiss Re prevé un aumento de entre el 30% y el 63% de las pérdidas aseguradas para todo tipo de catástrofes naturales en los mercados avanzados.
Una rápida migración al mercado de E&S
El rápido aumento de las catástrofes provocadas por el clima impulsa un desplazamiento de las pólizas de vivienda y bienes comerciales hacia el mercado E&S.
Con el crecimiento del número de siniestros de hogar, que, dicho sea de paso, ha provocado un fuerte aumento de las no renovaciones, algunas de las principales compañías -como American International Group, Inc., Chubb Ltd., Liberty Mutual, Nationwide y State Farm- han reducido o eliminado la cobertura convencional de hogar.
Esta reducción de la capacidad en el mercado de seguros está dejando que el mercado de E&S tome el excedente. El importe de las primas directas de los propietarios de viviendas en California, por parte de los declarantes de E&S, casi se ha triplicado en los últimos tres años, pasando de 85,1 millones de dólares en 2018 a 235 millones en 2021, según un análisis de S&P Global Market Intelligence
La razón subyacente de esta migración es la fijación de precios. En particular, se debe a la incapacidad de definir adecuadamente el tipo de riesgos relacionados con el clima. En la simulación tradicional, las aseguradoras tomaban datos meteorológicos históricos para deducir los resultados futuros, crear una banda y luego fijar el precio del paquete. Pero a medida que en los últimos años la frecuencia y los tipos de tormentas han aumentado y con resultados diversos, ese paquete ha variado. En resumen, la velocidad del cambio climático está superando la velocidad de la industria para planificar, simular y adaptarse.
Con la ampliación de dichas bandas, ha aumentado el costo de la capacidad, lo cual produce un aumento de los precios para los asegurados en el mercado tradicional. A modo de ejemplo, en Florida las primas de los propietarios de viviendas han subido un 55% en los últimos tres años, según datos de Insurify.
El problema se profundiza aún más cuando las pólizas de los propietarios de viviendas pasan del mercado admitido al mercado de E&S. Las grandes compañías cuentan con carteras de negocios amplias y diversificadas y, por tanto, están preparadas para absorber parte del riesgo. Aunque el mercado de las MGA es más específico y adapta la cobertura al asegurado individual, los riesgos siguen siendo mayores que en el mercado admitido, lo cual genera un aumento del costo de la capacidad, traducido directamente en primas más altas para el asegurado.
Por lo tanto, y como consecuencia, independientemente de dónde viva el riesgo, son los propietarios quienes pagan el precio sin un final visible.
FUENTE: www.propertycasualty360.com