Las empresas deben ser conscientes de la posibilidad de un aumento de los litigios debido al cambio climático
Se dio una alerta roja al planeta cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó, a principios de abril, el más reciente informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Y este fue el hecho más novedoso, entre muchos otros, que contribuyó a aumentar el nivel de preocupación en las empresas por cuestiones que involucran aspectos relacionados con el medio ambiente, lo social y el gobierno corporativo –hoy sintetizado por las siglas ESG (o ASG), cada vez más imprescindibles en riesgos análisis.
Pero a pesar de que el tema hace tiempo que forma parte de la agenda de empresas de distintos tamaños y áreas de actividad, lo poco que se sabe es que puede tener un impacto negativo en los tomadores de decisiones, si tienen que responder en nombre de las empresas a las que representan, en caso de incumplimiento de las políticas y metas establecidas, así como por falta de diligencia o preocupación en este tema. Y que, si esto ocurre, si tienen contratado un D&O (Seguro de Responsabilidad Civil de directores y Directivos), destinado a directores, directores, gerentes o administradores de la sociedad, la póliza podrá indemnizar los costos y pérdidas económicas relacionadas con litigios contra estas personas en en nombre de los daños relacionados con el cambio climático.
La aseguradora Zurich hace esta alerta, con base en la observación de que este tipo de disputas, más comunes en Estados Unidos y Europa, se han incrementado recientemente y pueden afectar a las empresas de diferentes maneras. “En América Latina, y en Brasil, específicamente, no son tan comunes, pero el país ha mostrado señales cada vez más significativas de que los litigios climáticos son una tendencia que no se puede ignorar”, dice el Superintendente de Líneas Financieras de Aseguradora Zurich, Marck S.
Según el ejecutivo, la firma de abogados internacional estadounidense Clifford Chance define los litigios por cambio climático como aquellos que están relacionados de alguna manera con el calentamiento global. Y señala que incluyen una amplia gama de procesos. “Reclamaciones contra los Estados para que incrementen las medidas de mitigación del cambio climático; casos estratégicos iniciados contra empresas privadas para frenar el comportamiento de emisión de carbono (generalmente como acciones ilícitas o engorrosas); planificación y concesión de licencias de casos relacionados con proyectos de combustibles fósiles; y las reclamaciones relacionadas con la necesidad de que las instituciones o empresas tengan en cuenta el riesgo del cambio climático al realizar inversiones o divulgar el riesgo climático en relación con las inversiones existentes son algunos ejemplos”.
El ejecutivo cita un informe de 2021, Global Trends in Change Litigation: 2021 snapshot, según el cual, en todo el planeta, el número acumulado de casos relacionados con el cambio climático se ha más que duplicado desde 2015: se presentaron alrededor de 800 casos entre 1986 y 2014. y se han abierto 1.000 en los últimos seis años.
El estudio también cita lo que llama “casos estratégicos”, ya que consideran el uso del litigio como una estrategia por parte de activistas que buscan aumentar la ambición en temas climáticos, así como un número creciente de acciones que buscan desafiar o socavar los problemas climáticos. Y lo ilustra con dos casos estratégicos recientes.
El primero de 2018, denominado “Notre Affaire à Tous et al. Francia”, también conocida como “L’Affaire du Siècle”, fue presentada por cuatro ONG francesas dirigida formalmente al Primer Ministro y 12 miembros del gobierno francés y contó con el apoyo de más de 2,3 millones de ciudadanos que firmaron una petición. El otro caso, de 2015, involucró a Bélgica y cobró notoriedad con el nombre de “Affaire Climat”: unos 60.000 ciudadanos belgas acusaron a las autoridades gubernamentales de ese país, acusándolas de fallas ilícitas en la política climática.
En Brasil, según otra firma legal, Mayer Brown, el primer caso de este tipo de litigio ocurrió en 2020, cuando el Ministerio Público de São Paulo buscó compensación por emisiones de GEI de 30 aerolíneas.
“En el informe analizado, los abogados informan que, en 2021, la Asociación Brasileña de Fiscales de Justicia Ambiental se unió al Instituto Clima y Sociedad para promover un curso de formación en litigio climático para fiscales, con el objetivo de discutir y alinear estrategias para combatir cambio climático en el contexto brasileño”, revela Marck Sá, quien cree que habrá un aumento de los litigios relacionados con el cambio climático en Brasil.
El cambio climático son los riesgos que impactan a las empresas y a la sociedad
El más reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), mencionado anteriormente, advirtió que si las emisiones de GEI no se reducen para 2030, elevando el calentamiento a 1,5°C, como prevé el Acuerdo de París, el planeta se calentará 3,2°C. Será un punto de no retorno para la Tierra, dicen los expertos.
El Grupo Zurich, que tiene la ambición de convertirse en una de las empresas más responsables e impactantes del mundo, anunció, en el mismo período, que adelantó 20 años, de 2050 a 2030, la fecha límite para alcanzar cero emisiones de carbono de sus empresas operaciones.
Antes, en enero, el Global Risk Report 2022, un estudio a nivel mundial que el grupo asegurador realiza anualmente desde hace 16 años, junto con las universidades de Oxford y Singapur y la consultora y corredora de riesgos Marsh & MacLennan, ya apuntaba que la la crisis climática sigue siendo la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad, tanto a corto como a medio y largo plazo.
Todos los hechos demuestran que, cada vez más, las cuestiones relacionadas con el cambio climático y el impacto que las decisiones que los directivos puedan tener sobre las empresas a las que representan pueden tener efectos nocivos sobre sus grupos de interés.
“En este escenario, para ellos hace toda la diferencia poder contar con una aseguradora como Zurich que, además de tener un seguro D&O, también puede ofrecer el apoyo de un equipo de Ingeniería de Riesgos para asistirlos: ya sea ante un siniestro (que es un evento cubierto por el seguro), o de manera preventiva, mapeando los riesgos y definiendo estrategias para mitigarlos”, destaca Marck Sá.
Para el ejecutivo, en su rol de consultor de riesgos, el corredor de seguros puede orientar a las empresas, y en especial a sus gerentes, a anticipar las posibilidades de respuesta ante los litigios por cambio climático. “Con la ayuda de nuestra área de Ingeniería de Riesgos, también pueden mapear amenazas y diseñar pólizas de seguros de acuerdo a características y necesidades específicas”, concluye.
FUENTE: insurancecorp.com.br