Interés General

Proteger la empresa contra el robo de identidad

Los informes de robo de identidad se duplicaron con creces, pasando de 650.000 en 2019 a casi 1,4 millones en 2020.

El robo de identidad puede perjudicar a una empresa de dos maneras distintas. La primera, mediante el robo de identidad empresarial, que también se denomina robo corporativo o comercial. Este método implica la suplantación de la identidad de la propia empresa. La segunda, es la suplantación de identidad del consumidor, mediante la cual se intenta obtener información personal sobre los consumidores para hacerse pasar por una persona.

Robo de identidad de empresas

Las empresas son cada vez más el objetivo de los piratas informáticos, debido a que sus cuentas bancarias son más grandes, a la facilidad con la que pueden abrir una cuenta con límites de crédito más altos y a su mayor poder adquisitivo. Las empresas que utilizan sistemas de facturación que permiten retrasar el pago crean una ventana de oportunidad para que los ciberdelincuentes reciban bienes, servicios y/o dinero antes de ser detectados. Existen muchas oportunidades adicionales para acceder ilegalmente a la información, ya que muchas empresas no cuentan con sofisticados departamentos de tecnología que instalen sistemas de seguridad, protocolos y formen a los empleados.

Nav, una organización que trabaja con pequeñas y medianas empresas para abordar las complejidades de las finanzas empresariales, sugiere las siguientes formas en que una empresa puede trabajar para protegerse:

Pasar a lo digital: recibir  extractos bancarios, facturas de las tarjetas de crédito y otra información financiera de forma digital en lugar de por correo.

Destruir los documentos utilizando una trituradora de calidad para asegurarse de que los documentos no puedan ser restaurados.

Mantener los registros seguros: si se archivan documentos en papel, asegurarse de hacerlo en un archivador cerrado con llave, en una caja fuerte o en una cámara acorazada, limitando el acceso.

Supervisar el informe de crédito de la empresa: al igual que lo haría un consumidor, buscar signos de actividad inusual que puedan ser indicios de un fraude,

Seguir las mejores prácticas de seguridad digital:

– Cortafuegos potentes

– VPN para acceso externo

– Almacenamiento seguro de datos fuera de las instalaciones

– Análisis programados de virus y malware

– Actualizaciones automáticas de Windows y otros programas

– Redes inalámbricas seguras

– Capacidades limitadas de instalación de software para los empleados

– Formar a los empleados en las mejores prácticas de seguridad digital

– Proteger el acceso físico a las computadoras de la empresa

– Utilizar contraseñas seguras

– Limitar el uso compartido de archivos

FUENTE: www.propertycasualty360.com